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Soñar que no tenemos techo.

 "Es un milagro, es un milagro", decía eufórico D. Rodrigo Moreno tras ganar el partido de Champions ante el Ajax que nos permitía soñar, tras muchos años, de otros octavos de final de la mejor competición europea de fútbol, así como disfrutar de estar entre los mejores 16 equipos europeos.

Hoy, 2 de Marzo del 2022, casi 3 años después, nos encontramos, otra vez, a las puertas de otra final. No hace falta explicar quien es el Valencia CF, ni su importancia tanto en la esfera nacional como europea, pero por desgracia si cabe explicar el porque de la ilusión de tantos niños, jóvenes, adultos y ancianos en esta noche, porque como bien decía D.José Bordalás hace poco en una Rueda de Prensa, "Desde que he llegado a Valencia me he dado cuenta que es un sentimiento, son valencianistas desde que nacen. Lo viven y lo sufren desde pequeños." 

Cuando hay miseria, un brote de luz siempre es algo más que un brote de luz, es aquello a lo que llamamos esperanza. La necesidad de hacer unión, entre el equipo, el club y la afición, y así, llegar todos juntos en el camino hasta el final.

Todo aquello que pueda pasar esta noche no son más que suposiciones, que a bien o mal, nos harán darnos cuenta de algo, como es el amor y el arraigo que sentimos hacia nuestro club. Muchos son los adjetivos que podemos gastar para calificarlo, de hecho, no me atrevería ni en 100 años a definirlo, pero si alguien quisiera saber mi opinión, diría que lo que siento es sentimiento, amor y dolor, por que de verdad, duele en el alma.

Hoy, se trata de uno de esos días en los que uno verdaderamente disfruta, por todo lo que conlleva y tiene detrás. Aunque miento, no solo es hoy, uno lleva días y días pensando sólo en esos 90 minutos, con nervios a flor de piel, sin poder dormir, con muchísima ilusión y a la espera que ocurra el acontecimiento. Todo por el club, su club.

Por ello, y como bien se recita en una de las lonas de la ciudad deportiva Antonio Puchades, "es muy difícil vencer a alguien que nunca se rinde". Hacedlo por vosotros, jugadores, por nosotros, los presentes, y por aquellos que hoy no están, los murciélagos eternos. 

Otra noche más digo...SOÑAR QUE NO TENEMOS TECHO.

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